Ramón J. Sender
Ramón J. Sender nace en Alcolea de Cinca, Huesca. el 3 de febrero de
1901, y es después de estar como soldado durante dos años en
Marruecos, cuando inicia su carrera de escritor. Eso fue en 1924. Desde esta
fecha hasta 1929, forma parte de la redacción del EL SOL.
El inicio de esta vida periodística en la que escribe en diarios de izquierdas, marca también el comienzo de su labor como novelista y en un estilo que podríamos denominar de reportaje novelado. Siete domingos rojos y La noche de las cien cabezas, son algunos de esos títulos.
Más tarde, en 1935, y con Mr. Witt en el Canton, es galardonado con el Premio Nacional de Literatura.
Ramón J. Sender fue uno de los ilustres exiliados, después de combatir en nuestra guerra civil, que vivió en Guatemala, en México hasta 1942, y más tarde en Estados Unidos, en donde adquirió la ciudadanía, trabajando como profesor universitario concretamente en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles.
Fundamentalmente español en su obra, pese al destierro impuesto
por las circunstancias, escribe, entre otras, Réquiem por un campesino
español, Los cinco libros de Ariadna, y de 1963 a 1967, su conocidísima
Crónica del Alba.
En El bandido adolescente, por el contrario, la temática tiene
que ver con su estancia en América.
Aparte de novelas también escribió sobre otros temas, leáse Tres ejemplos de amor y una teoría, obra en la que disecciona con exquisita maestría las tumultuosas relaciones afectivas de Balzac y de su condesa Evelina, de Tolstoi y su esposa, y de Goethe y Carlota.
Entre sus novelas tenemos que mencionar una en la que se aparta bastante de los temas acostumbrados en él: Las criaturas saturnianas, novela en la que, si la leemos detenidamente, encontraremos una clara influencia suya en obras muy posteriores de algún célebre autor de rabiosa actualidad. Lo cual no es crítica sino puntualización.
En 1969, ganó el premio Planeta con su novela, En la vida de Ignacio Morel.
La fama de Ramón J. Sender es internacional y su obra ha sido traducida a muchos idiomas.
Falleció en 1982, luego de haber vivido una existencia rica en
experiencias, y de haber tenido la satisfacción de ver reconocidos
sus méritos como escritor, incluso en la España de los años
sesenta.
